Patricio O´Ward terminó su año de forma espectacular. Con su novena victoria, tras largar desde el séptimo lugar, con el título en sus bolsillos y su futuro asegurado para el año que viene en IndyCar.
“No hubo forma” dijo Santi Urrutia, desde el tercer lugar en el podio. “No tenía la velocidad para detenerlo, lo defendí varias veces pero me pasó y se fue con un auto mucho mejor. Lo felicito, al igual que a su equipo y en esta última carrera quiero enviar un muy cálido saludo a mis patrocinantes y a mis seguidores en Uruguay…”
Esta vez, al menos Santi tuvo el gustito de ser líder y ello ocurrió tras una caótica largada en la que seis autos ocuparon el ancho de la recta principal tras la bandera verde. Obviamente no había lugar para todos en la curva 1, y en tanto Telitz la enhebraba bien, seguido por Urrutia, detrás Norman (que no usó bien su Pole) le pegó a Herta, involucrando a Franzoni en tanto Kellett pasaba expreso por la chicana.
Inmediatamente, las banderas amarillas dieron cuenta del balance de situación: 1) Telitz 2) Santi 3) O´Ward y 4) el chino Choi, seguramente asustado de estar allí. Es que había cuatro autos en los pits, aunque sólo el de Norman abandonó. Tras cambios de trompas y aprovechando el Safety, Herta, Franzoni y Kellett se unieron en la cola de la fila india.
Se relanzó recién en el séptimo giro (de 35) y le tomó dos mas a Santi acertar con el lugar para sorprender a Aaron. Fue en la curva 9, difícil maniobra, pero lo consiguió, en tanto media vuelta mas tarde era O´Ward el que aprovechaba una desconcentración de Telitz para también superarle.
El mexicano, que había largado séptimo veía como se le presentaba la posibilidad de terminar un año soñado, con una gran victoria.
Y allí comenzó la tormenta para nuestro compatriota. Con menos auto, aguantar la aplicación del “Push to Pass” del Andretti del mexicano fue un suplicio. Y “obviamente “Pato” ya no es el aprendiz de cuando compartían equipo en la Pro Mazda. Obligó un par de veces al bloqueo de Santi, intentando tapar el lado interno, pero luego ejecutó una magnífica tijera, indefendible, para el último sobrepaso del año. De allí en más, el Campeón fue rumbo a la cuadriculada.
Pero no había terminado para Santi, quien tampoco pudo retener a Telitz. Una muestra clara fue cuando sus frenos no le aguantaron la exigencia en la curva 1 y tuvo que seguir de largo, cortando la chicana, emergiendo por delante de Aaron. Le devolvió el puesto, y quizás debió haberlo hecho con Herta, quien venía tirado a superarle en el frenaje antes de que el Belardi siguiera de largo. Pero no, y luego un toque entre Colton y Franzoni los puso mano y a pelear por el cuarto lugar, dejando el último escalón del podio como posición de despedida de Santi de un 2018 dónde fue hijo de su auto.
¿Que pasará ahora? ¿Será que corriendo esta última tan al oeste, casi en el Pacífico, Santi terminó de caerse de los Estados Unidos? Mejor dejar pasar algunas horas, pero si algo tengo seguro es que Santi no apunta a una nueva temporada, la cuarta, en la IndyLights.
¿Lloverán dólares para regar su futuro en la IndyCar?
En fin, un factor externo, aunque muy metido en la realidad del automovilismo dónde la billetera empuja, o no, en la escalera dónde cada escalón parece una montaña.
Mañana, la seguimos.