Se le conoció como "Kabura" y sería el nuevo RX9 de Mazda.
Se llamaba Félix Wankel y aunque patentó un motor singular allá por 1929, la verdad es que la historia automotriz, hasta ahora, nunca le rindió un adecuado homenaje. Es que Don Félix ideó su “motor rotativo”, sin cilindros y utilizando rotores en vez de pistones, para un nuevo concepto de motor a combustión interna.
Silenciosos, confiables, antes que nada por lo simple del diseño, el motor rotativo Wankel tuvo sus empujes entre los 50 y 60, pero posteriormente sólo la marca Mazda lo adoptó y promocionó, resaltando sus virtudes (menos peso, vibraciones y piezas móviles) por sobre sus problemas (consumo, mantenimiento) potenciando a unos cuantos importantes modelos de su línea. Así, mienttras algunos piensan que es obsoleto, la realidad es que la marca japonesa, de muy buena tradición tecnológica ha seguido insistiendo, por ejemplo en uno de sus emblemas, el RX8 que presentáramos hace cuatro ediciones de nuestros “Salones del Automóvil”.
Pero el tema hoy, aquí, no es el motor Wankel sino que Mazda quiere ir mas allá y a sabiendas de que las principales contras vienen por los ecologistas y quienes se preocupan del consumo de combustible, están planeando presentar un modelo con este motor pero con tecnología híbrida, tras haber adquirido la licencia de la que utiliza Toyota en su afamado Prius.
Aparentemente, la carrocería sería la que se presentara hace dos años como prototipo (Kabura) y que vendría con el nombre XR9, a partir de 2013. Sin duda un auto muy especial, atractivo por fuera y con corazón bastante singular.
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