En el mundo del deporte motor, la Fórmula Uno se erige como el epítome de la precisión y la velocidad vertiginosa. El “drifting”, por otro lado, es como una pirueta en asfalto, donde los conductores hacen que sus autos se deslicen deliberadamente. En Milton Keynes, Inglaterra, estos dos mundos convergieron cuando Max Verstappen, el dos veces Campeón Mundial de Fórmula Uno, unió fuerzas con el maestro “drifter” ‘Mad’ Mike Whiddett donde Verstappen aprendió a derrapar con precisión.
Fue en la pista de Milton Keyner, Buckingamshire
Verstappen luchó contra “raros nervios” mientras lidiaba con el MADBUL de 600 HP, enfrentando desafíos previamente desconocidos para él. Con la guía de ‘Mad Mike’, Verstappen aprendió a realizar “donuts” de alta velocidad, maniobras en forma de 8 y el rápido cambio de dirección conocido como “Scandi-flick “y terminó con la aparición sorpresa de un rostro familiar para mantenerlo en su lugar., en la ‘Horner Corner’