Ya había pasado, con 31 participantes, en oportunidad del Rally de Gales y parece un espejismo ver a 74 inscriptos en el Rally de Francia (4 al 7 de Octubre) pero la tendencia es a la baja y para el Rally de Italia-Cerdeña, del 18 al 21 de Octubre, la situación respecto a la cantidad volverá a ser mala: 30 es la cifra y ello ha motivado que el plazo, que vencía el 18, fuera postergado hasta este fin de esta semana.
El de Francia recibe gran cantidad de autos del Campeonato local y parece ser la excepción a la regla de una especialidad que va a la baja en materia de participantes.
El peor este año, en cuanto a inscriptos, ha sido el de Mexico con sólo 27, pero los costos de traslados fueron en tal caso un problema para varios equipos particulares. En el caso del de Cerdeña, también el transporte hacia Porto Cervo, en la isla, es tambien complicado y no se dieron plazos suficientes pues en principio, la prueba iba a ser en Sicilia.
La escasa difusión que reciben los particulares y equipos privados, con toda la atención mediática para los oficiales, determina desde hace un tiempo el relativo interés de quienes no están para pelear los primeros puestos. Basta con ver los reportes televisivos diarios para ver cómo se refleja tan sólo la lucha por los primeros cinco puestos de la general, con entrevistas siempre a los mismos pilotos -Loeb-Hirvonen-Solberg-Latvala-Ostberg- y pocos más.
La FIA y Michelle Mouton, encargada del Mundial de Rally para la Federación, tienen un problema mayor a enfrentar pues indudablemente el interés de los espectadores está siempre en la lucha por la punta, y esa es la historia que interesa. Pero al mismo tiempo, una carrera con menos de treinta autos suena a muy poco, comparadas con las de otros tiempos cuando había lista de espera para las inscripciones.
El Mundial necesita de nuevas marcas -Volkswagen le hará bien- y del interés de las televisaciones, como forma de difundir y dar retorno a los patrocinantes. Pero así, el retorno va a pocos y es otro ingrediente como para que los inscriptos vayan siendo cada vez menos.
No es mágica la solución…
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