La fiesta de inauguración del autódromo Eduardo P. Cabrera de la ciudad de Rivera fue completa: sol, clima agradable, más de 10 mil espectadores y…el triunfo del gran ídolo local Fabricio Larratea en una gran final -absolutamente a tono- del Superturismo Uruguayo.
“Me saqué un gran peso de encima…”, fue lo primero que atinó a decir el “petiso” del VW Gol atendido por Automecánica GTi.
“Es que mucho se había especulado previo a la carrera respecto a si era mejor pensar en el campeonato, los kilos y esas cosas en vez de ganar…”, añadió el riverense que quedó empatado al frente de la tabla anual con Fernando Rama pero si hoy termiana la temporada, el riverense sería el nuevo monarca por mayoría (5) de victorias.
“El primer gran peso me lo quité el fin de semana anterior cuando todos los pilotos, sin excepciones, hablaron maravillas del autódromo. Porque si no les gustaba, si bien no tengo nada que ver, pero iba a sentir una enorme pena por todos los coterráneos que habían puesto tanto esfuerzo y con eso además una gran ilusión”, agregó.
“El domingo la carrera salió como esperaba. Una buena largada, hacer la mayor diferencia posible y después dosificar. Pero esto último lo pude hacer algunas pocas vueltas porque Daniel Ferra y Jorge Pontet me apuraron siempre. Lo importante para mí era saber el auto que tenía y en ese sentido, sabía que de la primera a la última vuelta tenía con qué pelear. Este lunes ví la carrera de nuevo por la tele y la verdad, mje doy cuenta que salió una carrera bárbara. Pontet, Rama, Ferra y Soler hicieron una gran carrera”, destacó.
“No hay como ganar y si es en tu casa, ante tu gente, es una experiencia muy difícil de explicar. Por eso fui al frente siempre, quería ganar en mi tierra y no especulé nunca con eso de levantar para descargar kilos. Y hoy sigo pensando lo mismo: la experiencia de ganar, la vuelta de honor ante miles de personas saludándote, es algo indescriptible y que no lo voy a olvidar nunca más. Tengo un gran equipo y sé que vamos a ir a pelear de igual a igual por el título en la última carrera del año. Pero ganar en Rivera es algo a lo que nunca voy a renunciar”, concluyó Fabricio Larratea quien hizo tras dejar el VW Gol, una vuelta de honor en una pick up llevando en sus manos la bandera de su departamento para alegría y aplauso de miles de aficionados.
Como en los viejos tiempos, otro Larratea sigue dándole a los riverenses enormes alegrías.
MARIO ROSA
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