El futbolista argentino, Ever Banega, parece no tener suerte alguna cuando se trata de vehículos. Primero fue atropellado por su propio Audi R8 en el pasado mes de febrero, en una estación de servicio de Valencia, cuando olvidó poner el freno de mano. Una lesión acontecida en ese accidente lo dejó marginado de las canchas por 6 meses. Ayer Banega vio como ardía su flamante Ferrari.
Ever recogió en la mañana del lunes el vehículo de un concesionario tras haberlo adquirido de segunda mano por una cantidad cercana a los 80.000 euros, relata el periódico español El Mundo. Según el diario, fue el brasileño Diego Alves, compañero del argentino, quien auxilió al futbolista, y tras comprobar que estaba ileso, alertó a los servicios de emergencia.
Según el futbolista Pablo Hernández, Banega se dirgía a entrenar a Paterna, cuando detuvo su nuevo vehículo de inmediato luego de ver por el retrovisor las llamas saliendo desde la parte trasera, donde se ubica el V8 del ahora inexistente cavallino rampante.
Aún no se estableció la causa del voraz incendio, que llegó a afectar algunos árboles de la zona, y que acabó con la Modena en cuestión de minutos.
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