Red Bull tiene firmada su alianza con Ford en 2026, para la fabricación de sus unidades de potencia. Las regulaciones técnicas de los motores cambiarán para dicho año, pues desde entonces la propulsión será –aproximadamente– 50% motor térmico y 50% eléctrico. Asimismo, la caja de cambios podría reducirse a tan sólo seis marchas.
La FIA ha obligado a los equipos a no trabajar en el auto de 2026 hasta el año anterior, es decir, 2025. Sin embargo, el trabajo y la investigación sobre los motores ya ha empezado a desarrollarse por parte de la mayoría de fabricantes. Entre ellos, evidentemente Audi, que debutará en la categoría máxima en 2026.
Max Verstappen de momento no está preocupado por cómo pueda afectar el cambio a Red Bull.
“No creo que seamos estúpidos, pero descubriremos qué tan bueno será cuando sea el momento”. ha expresado el vigente campeón del mundo en palabras que recoge Motorsport-Magazin.