Era clarísimo. O Thed Bjork lograba enlentecer el paso de Frederic Vervisch, el sueco largando segundo y el belga, tercero, o Santi se las vería feas tratando de usufructurar su Pole. Y si bien Urrutia largó en gran forma, ya en los primeros cien metros aparecía en su retrovisor lo que no quería ver: Vervisch había dado cuenta en los primeros metros de Bjork y ya estaba segundo.
La tarea era titánica para nuestro compatriota: aguantar a sus espaldas a un auto con mayor velocidad final en las dos rectas de Macao. Y dió un clase magistral de manejo defensivo, especialmente en el rectilíneo hacia la curva “Lisboa”, hasta que en la vuelta 8, el belga logró salir bien armado, lo emparejó y y finalmente lo pasó. Allí Santi supo que no habría revancha, pues el Audi abrió una pequeña diferencia y con ella se fue hacia la victoria en la última carrera del TCR World Tour, con una ventaja final de 3″714 sobre Urrutia quien tuvo que bancar en los dos últimos giros a Ehrlacher, que aún sabiendo que el título ya a es altura era de Norbert Michelisz atacó la segunda posición con todo, terminando a 179 milésimas de nuestro compatriota. Así el podio: Vervisch-Urrutia-Ehrlacher.
El húngaro Michelisz, octavo, se ciñó la corona de Campeón, la que le llegó por ancitipado cuando Robert Huff -que venía tercero- embistió a Santi, con mucha mala suerte, ya que se le levantó el capó y se tuvo que ir a boxes para sujetarlo, perdiendo toda chance.
Al húngaro le quedaba como rival al título el francés Ehrlacher, pero éste necesitaba ganar -como primera medida- y nunca estuvo en condiciones de pelear arriba, salvo ese ataque como último estertor sobre Santi, que de haber sido fructífero tampoco le habría alcanzado. Y no tenía sentido dejarlo pasar. Se concretó así el segundo Campeonato para Norbert (había ganado el de WTCR 2019) en forma merecida, cimentada en un gran año y con esa decisiva victoria en la carrera 1 de Macao, mas los puntos de la Pole, que antes de largar la definitiva le mostraban con 18 de ventaja en el comando rumbo al título.
Para Vervisch fue la única victoria de la temporada, con un aditamento, el haber logrado el récord de vuelta, justamente en la que superó a Santiago, la octava.
Finalmente fueron 440 puntos para Michelisz, diez mas que Ehrlacher y 26 mas que Huff, tras una carrera de comienzo dramático. Primero, Lo Zhe Ho quedó detenido cuando se apagaron las luces y fue golpeado por Paul Poon, quien se retiró en el acto con la suspensión rota. Ese incidente, en combinación con una “piña” muy fuerte de Ben Bergwanna en la curva “Mandarin” apenas unos segundos después, provocó la intervención del coche de seguridad, con Santi al frente tras una brillante largada, peleada con talento y determinación.
En el reinicio, Urrutia comenzó a crear una brecha pequeña, pero crucial con Vervisch, segundo a medida que la carrera se asentaba.
Vervisch pudo acercarse al auto 112 del Cyan Racing Lynk & Co en cada vuelta, aprovechando su velocidad en la recta hacia “Lisboa”, (ecuadión resultante del BOP), pero parecía incapaz de terminar el movimiento en la medida en que Santi transitaba por el medio y se cerraba al ir llegando a la curva. Hasta eu en el octavo giro comenzí esa recta pegadito a su víctima, salió rápido de la succión, lo emparejó -ya por adentro- por la mitad y dejó que el motor del Audi hiciera el resto.
“Estoy muy feliz de terminar la temporada en el podio. Hemos tenido una última carrera difícil, careciendo de velocidad máxima en comparación con nuestros competidores debido al equilibrio del rendimiento. Ganamos el campeonato de equipos, que es siempre nuestro principal objetivo. Muchas gracias al equipo por una gran temporada”. Las palabras de Santi tras el podio.
Al mismo tiempo, Huff superó a Björk por el tercer puesto mientras el equipo Comtoyou comenzaba a oler un aire de esperanza, solo para que el incidente con Urrutia ocurriera momentos después y acabara con todos los sueños del británico.
Urrutia lideró una fuerte carrera final del año para el equipo Cyan Racing Lynk & Co, que quedó segundo, tercero, cuarto y quinto, con Néstor Girolami terminando sexto en el MacPro Racing Honda. John Filippi fue séptimo con otro Audi, con Michelisz y su Hyundai octavo por delante de sus compañeros del equipo BRC, Mikel Azcona y Marco Butti.
A mi gusto, una carrera excepcional de Santiago que hizo todo bien, pero finalmente no pudo ganar porque su auto no era suficiente ante el Audi de Vervisch. La cara de Urrutia en el podio lo decía todo: un gladiador abatido, aún sabiendo que peleo en desventaja y que si pudo mantenerse primero 8 de los 11 giros fue por su magnífico manejo. Ha sido para él un año irregular en el que brilló mucho mas que lo que su acumulación de puntos dice.
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RESULTADO FINAL
