Terminados los tres tests comunitarios la F1 se embarca para Melbourne, Australia, para la primera fecha del Mundial 2014. Y con ella se embarcan muchos rostros preocupados, sobresaliendo los del equipo Red Bull, acostumbrado a dominar claramente en los últimos años y ahora con sólo regulares expectativas, de acuerdo a lo visto en Jerez y Bahrein.
Veamos lo que dijo ayer Sebastian Vettel: “En primer lugar, sólo llegar al final sería un éxito. Si la mitad de los conductores no terminan, entonces tal vez podríamos obtener algunos puntos. Va a ser difícil ponerse al día, no sabemos cuándo o si eso es posible”.
Los problemas con el motor Renault y un diseño tal vez demasiado radical que invita al sobrecalentamiento de la unidad de potencia y del propulsor, han sido los verdaderos dolores de cabeza de Red Bull durante la pretemporada. Tan es así, que la escudería de los toros rojos ha sido una de la que menos kilómetros ha completado junto a Lotus o Marussia. A pesar del gran tiempo de Ricciardo la pasada semana (se colocaba como el 10º mejor en Sakhir), Vettel sólo lograba el 18º mejor tiempo.
Por ello, el gran objetivo parece ser el terminar la carrera del debut, algo impensado tratándose de Red Bull que al principio todos pensamos escondía algo, pero ahora parece haber dejado al descubierto su desconcierto por el muy mal desempeño en los tests.
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