“Somos una especie en extinción. Tú y yo. Amantes de la velocidad, devotos de la potencia, performance y sonido (…). Ya no hay lugar para nosotros en el mundo. (…) La relación de millas por galón es campeona frente a la de caballos de fuerza por kilo…”
Al leer la noticia siguiente en los portales británicos especializados, recordé rápidamente la voz en off de Jeremy Clarkson, de Top Gear, en la publicidad del videojuego Forza Motorsport 4, cuando hace un pequeño recitado sobre los cambios en el mundo, y el poco espacio que va quedando para los deportivos y superdeportivos convencionales. Es que la industria automovilística ha mutado ya hace unas décadas, cambio que cada vez se profundiza más, hacia los automatismos, hacia los motores híbridos, diesels, y eléctricos.
Lógicamente que esa mutación no es capricho, sino por el contrario, van a tono con las políticas internacionales medioambientales del sector – acá desconocidas – en pos de una menor contaminación.
Claro, los fanáticos como Ud. y yo de los grandes motores, sonidos imponentes, y potencia desmesurada, aún no nos termina de cerrar ver un auto diesel en Le Mans, uno eléctrico en Pikes Peak, y un largo etc.
Pues bien, vaya si la política ha sido tomada a pecho por las constructoras, que hace ya más de un año que Mitsubishi anunció que el último Evolution de la saga sería el X, y el Reino Unido confirmó que no habrá más importación del Subaru WRX STI, antes Impreza, además del sin fin de modelos deportivos y no tanto que incorporan elementos para bajar su consumo a los mínimos.
Parte de los motivos son los ya descritos, además de que la empresa nipona desea darle un mayor empuje a su nuevo modelo, el BRZ – hermano gemelo del Toyota GT 86 – hizo que la firma ya no comercialice ese modelo en Gran Bretaña.
Fue Gran Bretaña la cuna de Colin Mcrae y de Richard Burns, pilotos que en dos épocas tripularon el mítico vehículo de rallyes. Y fue precisamente el Reino Unido el que vendió, tal vez, la mayor cantidad de modelos especiales del Subaru, entre ellos, el McRae Series.
Solo resta saber si la decisión afectará solamente al país de habla inglesa, pues es Europa entera la región con controles medioambientales más estrictos, por lo que tanto para la compañía como para la zona, el consumo del pequeño BRZ parece mucho más acorde que el del STI, y su performance -que nada tiene que ver con el 4×4 -tampoco disgusta en absoluto.
Hace un año Clarkson grababa las líneas del principio de la nota. Parece que ha sido premonitorio.
H.P.
Comentarios