Falleció en la pasada madrugada, a los 86 años en su hogar de Turín, el diseñador Sergio Pininfarina. Según un comunicado oficial dado a conocer por la compañía, la plana mayor de la empresa familiar manifestó su apoyo a la familia y recordó la “figura emprendedora de Sergio, quien dirigió la empresa por muchos años, siguiendo la tradición de elegancia y estilo renovado con altos estándares de innovación y harmoniosa belleza”.
Sergio Pininfarina nació en Turín el 8 de setiembre de 1926. Se graduó en ingeniería mecánica en el Politécnico de Torino en 1950, para luego comenzar su carrera en la empresa familiar Carrozzeria Pinin Farina. En 1960 tomó la responsabilidad de Gerente General de la firma y fue ascendiendo hasta que, tras la muerte de su padre, Battista “Pinin” Farina ,en 1966, tomó el liderazgo de la empresa.
Nacido como Sergio Farina, el diseñador obtuvo en 1961, tras la autorización del Presidente de Italia, Giovanni Gronchi, el honor de portar el apellido Pininfarina, inmortalizando en su persona y su legado a su padre y su empresa familiar.
Distinguido por innumerables galardones al honor, trabajo y excelencia, no será otra la razón por la que se lo recuerde sino por las creaciones que han llevado y llevan no solo los autos italianos, sino también suecos, alemanes, americanos y por último chinos.
Indefectiblemente hablar de Pininfarina inmediatamente nos lleva a un lugar donde la pulcritud y el refinado gusto son la característica principal. Tal vez sería imposible comprender la historia de Ferrari y de Maserati sin la chapita cromada con la inscripción Pininfarina, y seguramente el famoso “diseño italiano” no sería tal sin la existencia de la compañía que Sergio tuvo en sus manos por cuarenta años.
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