Pese a reportar una pérdida de potencia desde la vuelta 28 de las 72, Daniel Ricciardo llevó a su Red Bull Renault a la victoria en el Gran Premio de Mónaco, la segunda que obtiene en la temporada, la séptima de su historial deportivo y la primera que consigue tras largar desde la Pole.
La debió haber conseguido en 2016, pero se le negó, llegando ahora su revancha tras un manejo impecable en una carrera muy atractiva, que llegó a mostrar –en determinado momento- a los cinco de arriba separados por apenas siete segundos.
Sebastian Vettel fue su escolta, en tanto Lewis Hamilton completó el alegre podio presidido por el Príncipe Alberto, dónde tal cual es su costumbre, el australiano bebió el champagne de su botita, obligando al diseñador del auto, Adrian Newey a imitarle, en lo que resultó a su vez un homenaje al equipo que le puso al servicio un auto que le mostró invicto, en los entrenamientos, la clasificación y la carrera.
Ricciardo igualó en victorias en el año a Hamilton y Vettel, con dos cada uno en las seis carreras disputadas, en tanto el británico continua líder en el Campeonato, aunque ahora por 14 puntos de ventaja sobre el alemán.
Fue, como se preveía una carrera táctica, manejada por los tres equipos de punta en virtud de sus neumáticos, y finalmente se dió a un sólo recambio, de los Hypersoft con los que largaron a los Ultrasoft que, salvo Bottas (5to. con los Medios), utilizaron. Esta vez los recambios nada definieron, y los cinco primeros terminaron tal cual largaron, en un circuito dónde pasar es virtualmente imposible, salvo una tremenda diferencia de velocidad final (ayudada por el DRS) en la recta principal.
Y allí creímos que estaría el gran problema para Ricciardo después que reportó por radio que notaba una merma de potencia en su motor Renault. O era el anticipo de algo peor, o le daría la chance a Vettel de hacer valer esos 30 k.h. mas de velocidad final que tendríaa la Ferrari al llegar a la curva de Ste. Devote.
Pero el motor Renault aguantó, y el extra de potencia no se notó por lo que el australiano de Perth, en la costa oeste, completó las 72 vueltas siempre en punta, consiguiendo una victoria que lo asimila a otros compatriotas ilustres en la historia de la F1 como Jack Brabham y Mark Webber.
Sobre el final tuvo una pequeña ayudita cuando Leclerc embistió a Hartley, propiciando un Safety Virtual que apaciguó los ánimos, sobre todo los de Vettel que en el relanzamiento demoró en calentar sus neumáticos y cuando quiso acordar, Daniel le había sacado cinco segundos que sólo tuvo que administrar hasta la bandera a cuadros, a la cual le llegó cuando tenía mas de siete segundos de ventaja.
Pero no solo hubo tensión por la punta. Varias luchas resultaron muy interesantes, comenzando por ver a Verstappen ir trepando desde el último lugar hasta el noveno, y si no pudo llegar mas arriba fue por la estupenda actuación de Nico Hulkenberg (Renault – octavo), Pierre Gasly (Toro Rosso – séptimo) y de un brillante Esteban Ocon (Force India) quien con su sexto puesto ganó la prueba en la Primera “B”…
En síntesis, pasó poco y mucho, pues no hubo grandes sobrepasos, pero sí emoción de principio a fin, en las carreras mentales que a veces propone esta Fórmula 1 que ahora cruzará el oceáno, rumbo a Montreal, para la séptima fecha en Canadá.
CLASIFICACION FINAL DEL GP DE MONACO