Idas y vueltas y la FIA que sigue modificando lo que no debería a esta altura del Campeonato. No puede hacerlo sin beneficiar o perjudicar y aunque no se ha notado en clasificación, todo parece indicar que el organismo rector busca igualar hacia abajo, acotando el uso del difusor soplado, expresándole -entre líneas- a Red Bull que su dominio no puede seguir como hasta ahora.
Es compresdible la preocupación que generan esos 77 puntos de ventaja que tiene Vettel y que pueden deparar un Campeonato definido mucho antes de la última fecha. Sabida es la pérdida de interés que en los grandes mercados televisivos produce un título ya consagrado, pero no por ello hay que andar tocando aquí y allá. No puede verse de otra forma que como un intento de frenar a Red Bull. Me da la impresión que no lo van a lograr y que el saldo resultará en nuevo demérito para la FIA.
Mientras tanto, hoy se supo que la FIA está dispuesta a permitir el funcionamiento de los difusores soplados durante las frenadas, pero “sólo si las escuderías se ponen de acuerdo al respecto..”. Nada dicen sobre que es “ponerse de acuerdo”: si unanimidad (imposible) o mayoría (lesionando algún interés).
Si el “ponerse de acuerdo” se diera, no habría limitación alguna, ni 10, ni 30 y ni el 50% y se evitaría este tipo de legislación como la que para este fin de semana rige y en la cual Mercedes Benz ha recibido un permiso especial para que pueda seguir inyectando nafta a la mitad de sus cilindros en retención. Red Bull se opone, pues argumenta que los Mercedes tienen ventaja al tener que expulsar de alguna forma los gases generados en esos cilindros que siguen en funcionamiento, es decir cuatro.
El propio Martin Whitmarsh, de Mc Laren, dijo hoy que “los beneficios son limitados” pero evidentemente que los hay, los hay, por lo que esto perjudica a otros.
No creo que esto pueda cambiarse por unanimidad, por lo que este fin de semana -y para mi el resto del año- se le dará un beneficio a unos y no a los otros.
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