Mientras escucho el himno británico, el negrito Lewis sonríe en lo alto del podio. De barbita cual bigote, y un diamantito en la oreja, se baja y descorcha el champagne al que me uno y disfruto, gustoso. ¿ como no celebrar junto a ellos la mejor carrera de F1 de los últimos tiempos?
Ganó Hamilton sí, y fue muy justo para con él y su fantástico Mc Laren Mercedes.. Pero ganamos todos, en todo el mundo. Ud. en su casa y yo en este hotel de Shenzhen, a 1.500 kilometros de Shangai y a 80 de Hong Kong. Somos parte de una teleaudiencia feliz y que determina un aplauso global, seguramente agradecido con el nuevo reglamento que aparejó el renacimiento del gran espectáculo que hace no se hace cuanto habíamos perdido.
Mi bloc de notas rebosa de anotaciones. Mas de ochenta que pretenden ayudar a mi memoria en la recolección de las tantas incidencias que brindó la carrera en una hora y cuarenta y cinco minutos plenos de emoción y de los sobrepasos que venía prometiendo el DRS, el alerón móvil, y que hoy, con una recta larga, finalmente aparecieron para deleite de quienes se avivaron que de ahora en más, las tribunas sobre la primera curva serán las mejores y…seguramente en breve, las mas caras de cada circuito.
LA ESTRATEGIA FUE CLAVE
Pues Hamilton se jugó a tres paradas y Vettel a dos. El inglés tuvo la precisa pues llegó a la definición, en las últimas diez vueltas, con caucho mas fresco que el alemán que le vió venir, agigantándose en el retrovisor, hasta que lo vió pasar, con autoridad en zona sinuosa, concretando una tremenda victoria que le ubica segundo en el Campeonato, todavía un poco lejos de un Vettel que no ganó pero se llevó 18 puntos, pero evidentemente mucho mas cerca de lo que él y su equipo desean.
Mark Webber completó el podio tras una actuación espectacular, ya que largó 18, paró tres veces y con un ritmo demoledor también llegó a la etapa definitoria con gomas en buen estado, apretando a todos y dándose el lujo de pasar por las zonas sucias de la pista, gritando ¨corréte que vengo…”
Completando los puntos y hasta el octavo lugar, cuatro de los cinco equipos fuertes: sí, los dos Mc Laren, los dos Red Bull, los dos Mercedes y los dos Ferrari, en una carrera que también como característico tuvo la sorprendente escasez de abandonos.
Y no vaya a creer que el espectáculo estuvo sólo en los cuatro primeros, pues felizmente el director de cámaras recorrió habilmente el ordenamiento en forma constante para deleitarnos con soberbias maniobras de Felipe Massa (al 100%), Nico Rosberg (que llegó a puntear), Fernando Alonso y Michael Schumacher, que como dos ex campeones mundiales dieron una lección de un mano a mano duro pero caballeresco.
Es decir, para todos los gustos y lucha siempre, por todas las posiciones, como para redondear una carrera inolvidable que comenzó así…
¿Y EL KERS DE LOS RED BULL?
No anduvo de entrada y allí estuvo la ventaja de ambos Mc Laren para dejar atrás a Vettel rumbo a la primera curva. Pero es increíble que con ese hándicap, de cualquier forma los Red Bull “tuvieran alas..” Porque Sebastian los mantuvo a tiro hasta el giro 14 cuando aprovechó el RDS para superar a Hamilton, en tanto Button mantenía el liderazgo.
Un par de vueltas antes, había comenzado el paso por boxes para el primer recambio con Schumacher y Webber en la vuelta 11 y luego Rosberg en la 13, marcando claramente que iban por tres detenciones.
En la 15 pararon Button y Vettel y allí, lo increíble. Jenson entró distraído y pretendió parar en el box de Red Bull, en tanto Sebastian venía atrás. Los mecánicos del equipo Campeón le indicaron rápidamente al inglés que siguiera unos metros más para detenerse con los suyos y estos segundos le fueron fatales, pues se demoró y al salir, estaba detrás del germano. Las declaraciones de Jenson, en nota aparte valen la pena.
En la 17, tras los restantes ingresos apareció Rosberg en cabeza, con récord de vuelta, con Petrov de escolta y leugo Vettel, Button, Massa, Schumacher y Alonso. Lo de Petrov duró poco porque esta vez los Renault no estuvieron en el ritmo.
En la 24, la lucha entre Alonso y Schumacher mereció la atención de las cámaras por tres vueltas, ya que dieron todo de sí, hasta que el español finalmente pudo, tras intentar todo el repertorio, definiendo con una brillante tijera en la curva 1.
En la 28, había que ver la planilla: los tres primeros, Vettel, Massa y Alonso con una sola detención realizada, posibilidad abierta a que fueran a dos en toda la carrera. Luego sólo el Campeón Mundial haría lo que parecía con su última parada en la 32, que terminó verificándose como el factor que por una vez le quitó la victoria y la posibilidad de enhebrar cinco al hilo.
Es que a la hora de la definición, Hamilton, con su tercer juego de Pirelli -a pesar de que el último era de duras- fue un avión, triturando todo a su paso. Cierro los ojos y hasta imagino al inglés tocando bocina, desesperado, presagiando que su resurrección estaba amaneciendo.
El pobre Vettel se quedó sin poder hablar con su box y sólo se escuchaba estática, salvo para la respuesta de su Ingeneriero, Jim Harvis, mano derecha de Christian Horner, el patrón: “no te escucho Sebastian, pero no entres, no entres…” Y claro, era mejor quedarse en pista, aíun con las gomas deshechas y perder el primer puesto, pero asegurar puntos gordos, lo que finalmente aconteció y le permite su holgada ventaja en el Campeonato 2011.
Si Ud. la vió estoy seguro que coincide con que el Gran Premio de China 2011 nos reconcilió con el espectáculo de una categoría que hace tiempo no brindaba tantas emociones.
En mi TV, el relator chino de la CCTV5 gritaba y le juro que me pareció escucharle decir “fabuloso…” Bueno, era algo así, pero es lo que quise escuchar porque se imponía.
Es que el champagne lo tomamos todos…
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