Kalashnikov, pero no es el AK47; el “CV1”

Mijaíl Timoféyevich Kaláshnikov, ya se había ganado un lugar en la posteridad mucho antes de fallecer, en 2013. Este ruso, nacido en Kuriá en 1919 se alistó en el Ejército Rojo en 1938 y comenzó a hacerse notar diseñando accesorios para carros de combate, entre ellos un cuenta kilómetros.

En 1941 fue transferido por el famoso general Zhukov a Leningrado (ahora San Petersburgo) para que siguiera aplicándose a mejorar los tanques, incluso llegando a pilotear un T-34 contra los alemanes, hasta que en la batalla de Briansk fue herido en un brazo. En el Hospital, pensando en las quejas de sus camaradas sobre las carabinas soviéticas, comenzó a dibujar el que sería su mas recordado invento: el fusil de asalto AK-47.

Cinco años mas tarde llegó al diseño final del “Avtomat Kalashnikov modelo 1947”, el que adoptado como  fusil standard del Ejército Rojo en 1949 y que le mereciera la condecoración con la Orden de Stalin de Primera Clase.

Pues bien, los párrafos precedentes son historia antigua, pues la moderna refiere a una nueva vertiente para la empresa Kalashnikov Concern: los autos eléctricos.

Sí, es que su primer modelo, el CV1, fue presentado en el Foro Internacional de Kubinka, Rusia. Con un toque retro y reminisencias del Combi de 1970, es potenciado por baterías que totalizan 90 kwh, y posee un inversor “revolucionario” que le permite una autonomía de 350 kilómetros  con una sola carga. A su vez se destaca la aceleración de 0 a 100 en sólo 6 segundos, aunque no es precisamente “una bala”.

Kalashnikov no se ha expresado respecto a cuando comenzará, si es que lo hace, la producción en serie de este auto que parece salido de los 60 y que bien podría ser uno de los tantos miles de intentos eléctricos de no ser por el nombre de la empresa.