Un gran esfuerzo viene haciendo el piloto uruguayo Mauro Almeida (Yamaha Raptor 700) quien hoy en una muy buena etapa se colocó en el séptimo lugar, mientras que en la General sigue en la decimoprimer lugar del Rally Dakar 2014 Argentina-Bolivia-Chile.
Una etapa que unió El Salvador con La Serena, la cual tuvo un recorrido de 699 kms que estuvo dividido en 349 de enlace y 350 de Especial.
“Sigo en el mundo de los vivos”, nos comentaba Mauro Almeida. “La verdad que estoy bastante dolorido de los dos hombros, estoy a base de morfina, pero sigo en carrera. Hoy fue una etapa linda, me divertí bastante. Pase a mucha gente, el cuadriciclo se comportó y sigo con el objetivo que le prometí a mis hijos: el de llegar. Por ahora lo estoy haciendo y solamente me queda la etapa de mañana y estaré cumpliendo con la promesa. He tenido que hacer un esfuerzo enorme, a veces pensando que tenía que abandonar pero, cuando a Mauro se le mete algo en la cabeza, hace todo el esfuerzo para lograrlo”.
Decíamos en el principio de la voluntad que está poniendo “La verdad que es mucha. Ayer tuve una etapa bravísima, llegue recién a las 11:30 de la noche. Entre una de las cosas que me pasó fue en la última parte, rompí la cadena y no tenía otra de repuesto. A pesar de la mala suerte, puedo decir que tuve fortuna porque me arrastro hasta la llegada un competidor de autos de origen noruego. Al principio del especial la pase muy mal porque el tanque de nafta me tiraba combustible encima y el olor me hacía vomitar, debo de haber parado mil veces. Pude solucionarlo con remiendos caseros. Cuando había logrado otra vez el ritmo, se me rompe el aparatito que mueve la hoja de ruta. Paré, lo arreglé y al final lo único que querría era llegar, esa es la verdad“.
También tuvo un momento de amargura cuando se encontró con el cuadriciclo de Sergio Lafuente “Fue una sorpresa desagradable ya que estaba solo. Paré, lo revise todo para ver si se había pegado, o si era algún problema mecánico ya que no había nadie junto al quad. Me di cuenta que no estaba raspado y ahí me quedé un poco más tranquilo. Le di contacto y y no hubo caso, no se puso en marcha. Ahí me di cuenta que era algo eléctrico. Hoy de mañana temprano le pedí disculpa de no haber estado ahí porque te juro que le hubiese dado cualquier parte para que siguiera en la lucha”.
Comentarios