Hace un par de semanas leíamos sobre un ciudadano chino que, enojado, prendió fuego a su Lamborghini Gallardo porque no podía arrancarlo.
Ahora es el turno de otro ciudadano chino que, también enojado, devolvió a la Concesionaria su Range Rover porque en seis oportunidades le había dado problemas mecánicos. La foto ilustra como lo devolvió: llevándolo en un carro tirado por burros , indicando en carteles lo que le había pasado.
En “defensa al consumidor” esto es un pedido de justicia por mano propia…
Comentarios