El Ingeniero Perogrullo llegó y dijo…“no nos puede pasar otra vez” parafraseando a los muchos que escribimos sobre el vergonzoso final de la primera carrera de Valencia, con sus múltiples abandonos en la última vuelta de autos sin energía utilizable -de acuerdo al reglamento- por la reducción de 20 kilovatios/hora por el ingreso -cinco veces- del Safety Car.
El pobre Antonio Félix da Costa punteaba, pero con el último Safety retirándose, pasó la línea de llegada faltando 15 segundos para cumplir los 45 minutos reglamentarios lo que lo obligó a un giro más, en el cual se quedó sin energía disponible, y no porque su batería estuviera vacía, sino porque le habían quitado -desde Race Control- un kW por cada minuto que estuvo el Safety en pista (total 20). Así ganó De Vries, el actual líder del Campeonato.
La buena noticia es que las autoridades han resuelto que no se reducirá la energía utilizable después de 40 minutos de carrera, es decir un Safety que esté en pista en parte en los últimos cinco minutos no afectará la energía disponible para terminar.
Un portavoz de la categoría expresó: “Se ha decidido no aplicar más la reducción de energía si el período de un coche de seguridad termina más allá del minuto 40 de carrera. Así los equipos dispondrán de un margen de error adicional en la gestión energética”.
Siempre es bueno corregir un error.