Lejos del gran Vincent, inalcanzable, el gran Max ya pasó en la lista de merecedor de mas tulipanes (la flor del amor) a Johan Cruyff y en estos tiempos es mucho mas nombrado por los neerlandeses que los zuecos, los afamados quesos y acaso la Reina Beatriz, una mujer que contra viento y marea se casó con el hombre al que amaba: un alemán de pasado nazi.
Hoy Verstappen obtuvo su novena victoria en la temporada, igualando un récord que el propio Max sacó del viejo arcón: el de Sebastian Vettel, en camino a su cuarto título alllá por 2013. Y todavía quedan nueve por disputarse este año. A propósito, las trece disputadas han sido para Red Bull, con Checo Pérez completando la suma.
Nunca una carrera será tan festejada por el público. Es que al 95% de los 130.000 presentes hoy en Zandvoort, muy poco les importó la lluvia, que llegó en rachas, una de ellas muy fuerte cerca del final de la carrera. Ellos se mantuvieron estoicos, saltando, plenos de alegría enfundados en lo que fuera, a condición de que fuera naranja, el color que los holandeses/neerlandeses, adoptaron hace ya mucho en honor a la Casa de Orange, cuyo último eslabón es el actual Rey, Guillermo Alejandro de Orange Nassau. Para los cholulos, el esposo de la argentina Máxima Zorreguieta, porteña, de Recoleta….
Max es figura de culto en su país que le admira en su trayecto hacia su tercer título Mundial, con 138 puntos de ventaja sobre su compañero de equipo y 171 sobre Fernando Alonso.
Nunca le importa el entorno. Hoy, ganó una carrera loca para un domingo récord en consumo de cerveza. ¿Es Dios al volante? No, claro que no, porque hablamos de carrera de autos, y tiene el mejor, diseñado por el genio de Adrian Newey, amparado por un equipazo como el que gerencia Christian Horner y que un día tuvo el espaldarazo económico del hoy fallecido Dietrich Mateschitz, en su mejor inversión de marketing para energizar las ventas de sus bebidas, hoy, en muchos lugares, rivales directos de las refrescantes mas conocidas.
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Verstappen, de 25 años, subió por tercera vez consecutiva al podio de Zandvoort (combinación de “Sand” y “Voorde”, que significan vado), acompañado desde el segundo escalón por el asturiano Fernando Alonso (Aston Martin) en su podio No. 105 en la categoría, marcando además el récord de vuelta, y del francés Pierre Gasly (Alpine), en soberbia carrera, aunque beneficiado para llegar al tercer puesto por los cinco segundos de penalización impuestos a Checo Pérez por excederse en velocidad en boxes.
Max defendió bien su Pole Position, en tanto Alonso superaba al Williams de Alex Albon y George Russel colocaba a su Mercedes tercero. Iba casi una vuelta y empezó a llover, suavemente, pero lo suficiente como para que Checo se decidiera por cambiar los blandos por los intermedios para piso húmedo. En el próximo giro casi todos le imitaron, dejándole al mexicano la punta.
Tras el cambio, Verstappen avanzó y se colocó segundo, en tanto la pista comenzaba a secarse. En la vuelta 13ª Pérez entró para poner gomas slicks y Verstappen recuperó la punta.
Otra vez adelante, Max hizo una buena diferencia y una vez que la pista se secó efectuó su segunda detención. Volvió manteniendo el mando y siguió controlando las acciones de una carrera que salvo por la constante amenaza de lluvia no ofreció alternativas.
El primer golpe de escena fue en el giro 16º, cuando Laurent Sargeant (rápido pero irregular) se pegó fuerte contra las defensas (foto), determinando la neutralización de la carrera para retirar al Williams. El estadounidense se bajó por sus propios medios, pero su frustración fue incalculable. Una vez reiniciada la competencia Verstappen se mantuvo adelante y Checo Pérez dejó atrás a Alonso.
En la vuelta 50, Max hizo su tercera detención y como le llevaba 26 segundos a Pérez no perdió la vanguardia de la carrera que en el último tramo tuvo nuevamente un chaparrón, el mas fuerte, determinando que el líder, faltando 11 giros, se detuviera nuevamente para colocar intermedias de agua.
Max regresó conservando el liderazgo. Mientras que Checo pudo mantener la segunda posición pese a la mala detención en los boxes en la que su equipo demoró diez segundos para hacer el mismo cambio de neumáticos que para Verstappen demoró tres.
Pero los problemas siguieron para Pérez quien se pasó en la curva “Tarzán” (foto) y Alonso lo superó. El mexicano tuvo la fortuna de pisar la extensión de la pista y no la cama de leca que le habría costado el abandono.
La lluvia luego fue torrencial y los comisarios deportivos primero aplicaron el auto de seguridad virtual y luego la bandera roja ante la peligrosidad de la pista. Previamente hubo incidencias como el golpe del chino Guanyu Zhou que con su Alfa Romeo terminó contra las defensas.
Los pilotos entraron a los boxes y las autoridades decidieron esperar. Luego de varios minutos en los que se esperó para que el asfalto mejorase su condición, los autos fueron habilitados para volver al pista, para un relanzamiento detrás del Safety Car.
No hubo novedades en los últimos cinco giros, y de las tribunas bajó ese enorme y tradicional festejo que nuevamente se metió en el pecho del gran Max.