Ya no hay marca que no tenga su división “Eléctricos”, pero asombra las que están surgiendo para fabricarlos. Hemos dado cuenta de unas cuentas, especialmente en el rubro “Super Deportivos”, pero un artículo en el Wall Street Journal nos dejó de boca abierta. Es que en China, ya hay 487 marcas de vehículos eléctricos.
Los subsidios que otorga el gobierno chino, actualmente en el orden de los 1.500 millones de dólares, pero con progresión a los 4.700, hablan a las claras de la intención de multiplicar muy rápidamente el parque automotor eléctrico, acicateados por la imperiosa necesidad de mejorar la polución de las grandes ciudades.
“Las sociedad entre emprendedores y el gobierno nacional, o muchos gobiernos regionales, tiene la firme intención de que China se convierta rápidamente en una potencia en la tecnología eléctrica vehicular. El Presidente Xi Jinping lanzó hace tres años un plan para promover varios sectores, y muy especialmente al eléctrico referido a la movilidad, y el fruto se ve claramente” dice el Wall Street Journal.
Esto no quiere decir que las 487 marcas de eléctricos tengan éxito en sus proyectos, y se calcula que sólo el 5% lograrán sobrevivir en los próximos cinco años, pero muchas empresas quedarán muy firmes, y entre ellas se destaca a “NIO”, que comenzó como una “start up” y consiguió una inversión de 3.100 millones de dólares, habiendo comenzado ya la producción de su ES8. Otra es “Faraday”.
“Muchísimo capital se está invirtiendo en esta industria” expresó Paul Gong, analista del UBS. “Mucho será perdido, pero una buena parte potenciará al éxito de unas cuantas empresas que están haciendo realidad y con mucho empuje a la industria eléctrica del automóvil chino”.
A su vez, China ha tomado algunas medidas agresivas: a partir de 2019, cualquiera que produzca o importe en China más de 30.000 vehículos, deberá asegurarse que al menos un 10% de estos sean eléctricos o híbridos enchufables. Esta cifra ascenderá a un 12% en 2020 y está previsto que siga subiendo. Los que no estén en condiciones de cumplir con estas cuotas deberán comprar créditos a aquellos que las sobrepasen, pagar multas o abandonar el mercado chino.
Claro que, el mercado es tan enorme que todavía no es un boom: a pesar de los incentivos, los 507.000 vehículos eléctricos vendidos durante el año pasado no suponen ni el 2% del total.
“En las grandes ciudades, donde se aplican grandes restricciones a los nuevos empadronamientos, los consumidores quieren vehículos eléctricos porque simplemente les permiten lograr tener un auto, no tanto porque tengan una mayor conciencia medioambiental” sostiene Xing Lei, editor del portal “China Automobile Review”.
Mientras tanto, investigando en otras fuentes queda claro que, por ejemplo en Beijing, dónde el tráfico es responsable de un tercio del total de las emisiones que provocan esa “niebla permanente” que ya era verificable cuando estuve en los Juegos Olímpicos de 2008, la solución no pasa por garantizar menos “humo” a través de mas autos eléctricos. Es que China sigue produciendo gran parte de su electricidad quemando carbón.
Pero ese es otro problema. Mientras tanto, China sigue apostando fuerte al vehículo eléctrico y el crecimiento se va acumulando. Tan es así que en 2017 se concluyó en que ya había en el mundo 3 millones de vehículos eléctricos en circulación y de ellos el 35% estaban en China. A esta altura, para fines de 2018 se pronostica que serán el 40% del total mundial.