Volvió a ganar Max, pero esta vez apurado por Norris con un Mc Laren que fue protagonista y terminó a 725 milésimas del neerlandés y su Red Bull

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Hasta hace algunas fechas, de lo que se habría hablado es de una victoria incontestable del tricampeón. Concluido el GP de Imola,  el escenario no podría haber estado más alejado de eso: el piloto de Red Bull triunfó con lo justo, apretado hasta el final por un Lando Norris que pasó la bandera a cuadros a menos de un segundo de distancia, y fue el de McLaren quien se llevó el premio al mejor volante del día. En la tabla general, la diferencia es holgada, pero ya puede empezar a hablarse de un cambio de paradigma. Los Toros rojos ya no corren solos…

Parecía que lo harían (el de Verstappen, en realidad, ya que Sergio Pérez arrancó muy atrás y tuvo una carrera para el olvido en la que finalizó 8°). Hasta las últimas 10 vueltas, la marca de bebidas energéticas estaba rumbeada a una nueva victoria. Salvo por un safety car o algún problema mecánico en el auto de Max, nada parecía poder arrebatársela. Entonces, de la nada misma, empezaron las quejas, los gritos de la goma no funciona, se sumaron las centésimas recortadas por Lando y el clima en nuestras casas. Todo estaba dado para un final de película. Y lo fué.

Duele decirlo” expresó Lando tras el podio “pero unas vueltas mas y lo habría podido sobrepasar…”

RESULTADO DEL GRAN PREMIO DE IMOLA